domingo, 6 de diciembre de 2015

Crítica de Jessica Jones: Así sí joder...

Tras el estreno de Daredevil, Netflix nos regala otra maravilla de serie esta vez centrándose en uno de los personajes menos conocidos de Marvel: Jessica Jones. He de reconocer que tan sólo la conocía de pasada y que no tenía ni idea ni de su historia ni de sus orígenes, sus villanos... Nada. Y no por ello disfruté menos esta serie.



Vayamos por partes.

Para empezar debo decir que ÉSTA es la serie feminista por excelencia. Sé que suena un poco estúpido de entrada. Y no quiero entrar en debates de ningún tipo por ello. Me explico. Cuando digo que es la serie feminista por excelencia, me refiero a que no verás a Jessica Jones como una mujer, sino como una persona. En muchas adaptaciones, cómics, libros, etc. las mujeres acostumbran a ser el interés amoroso, o el trozo de carne de turno expuesta para contento de la audiencia masculina. Con Jessica no tendrás esa sensación de que el personaje desvía tu atención a su culo, o a sus tetas. De hecho me he sentido más identificado con Jessica de lo que me esperaba en un principio. No es que no sea sexy, es que el personaje es tratado con la dignidad que merece. Una mujer puede ser atractiva (y estar buena, que de hecho Jessica lo está), pero cuando enfocas la cámara a su rostro, sus puños, sus botas pisando un charco, o su cuerpo lleno de heridas sin hacer énfasis en ninguna parte del mismo en concreto, le das el control de la toma. Y eso es lo que faltaba en muchas películas de superhéroes. No hay ni un solo instante en una película de Marvel en que la protagonista no sea o bien la dama en apuros, o bien el personaje de adorno, o bien el personaje a través del cual Marvel intenta decirte que tiene una mentalidad muy feminista aportándole cierto contexto pero vacío en su ejecución. Sí, estoy hablando de la Viuda Negra/Natasha Romanoff.
No faltan los momentos en que a estos personajes se les da importancia como mujer, pero se les nota vacuos en el sentido de que parecen recalcar cada segundo en que son mujeres. ¿Qué sentido tiene que pregonéis a diestro y siniestro que sois feministas si luego me ponéis el culo de Scarlett Johansson en el cartel de los Vengadores, o sus tetas en el de El Soldado de Invierno?
Muchos piensan que el personaje feminista definitivo en Marvel es La Viuda Negra. Y no es así. Ni de lejos.
Jessica Jones sí lo es, porque rechaza todo lo anterior y olvida ese recurso de recordarte constantemente: "¡Hola mírame, soy mujer y estoy en los Vengadores! ¡Soy útil!"     No.

Jessica Jones es un personaje del que verdaderamente puedes sentir su poder. Al que no puedes sexualizar. Más que nada porque impone. Basta una mirada suya para saber que te va a partir el ojete de lo lindo tirándote desde un séptimo piso. Y mientras los demás personajes de Marvel no infunden este pensamiento, la señorita Jones sí lo hace. Es un gran personaje femenino porque precisamente no es pretencioso como otros.

La Historia


Habiendo aclarado lo anterior, ¿qué es lo que puede ofrecernos Jessica Jones? ¿Es algo nuevo? ¿Diferente? 
Pues sí y no.

En Jessica Jones se concentra una premisa muy simple: La liberación de la influencia.

En principio éste no es su trasfondo pero conforme más lo pienso más lo veo. Jessica Jones nos narra la vida de una detective privada que ejerció como superheroína en un pasado pero que ahora se encuentra destrozada y cansada de ello. ¿Cuál es la razón de ello? Un suceso que no puedo decir por motivos de spoilers, pero os puedo asegurar que la convirtió en una alcohólica hija de puta. Porque no hay otra forma de definirla, Jessica Jones es una borracha hija de puta que se pasa la vida bebiendo a ratos, follando a ratos, y metiendo palizas a ratos cuando el cuerpo se lo pide. Pero todo ello encierra (cómo no) un contexto o trasfondo, más profundo. 
En cualquier caso, es mal hablada, soberbia, fuerte, peleona, pasota, desordenada, pero con pequeños huecos que dejan entrever una bondad latente o lo que parece quedar de ella. 

 Pasando a comentar una sinopsis generalizada, la trama se centra en esta investigadora que parece apreciar el retorno de un antiguo conocido suyo que tuvo algo que ver en que dejase de ser una heroína tiempo atrás. Un ser que ahondó MUY profundamente en su psique y (por qué no decirlo) la volvió un poco loca. Jessica recuerda entonces el control que éste personaje tuvo sobre ella, hasta el punto de obligarla a matar. (Iremos sobre este personaje más adelante, pero ahora mejor seguir hablando de la historia.)
Es entonces cuando nuestra investigadora privada se adentra en un juego de sombras en persecución de tan peligroso individuo.
Jessica cuenta obviamente con el apoyo de una serie de personajes, algunos más irregulares que otros:

Trish Walker



Principalmente tenemos a Trish Walker, a la cual los entendidos de los cómics la conocerán como Hellcat. Pero referencias a parte, Trish, muy bien interpretada por la actriz Rachael Taylor, viene a ser el apoyo de Jessica en los momentos más pesados(El clásico "personaje muleta"). Cabe decir que también es su hermanastra, por lo que la relación entre ambas es de mutua retroalimentación. Trish entiende que el mundo es duro y que nadie va a defenderla, esto lo aprende a través de Jessica, y que si quiere prosperar, tiene que luchar y prepararse ante cualquier agresión externa. Mientras, Jessica aprecia a través de ella un cariño que según la investigadora "sólo profesa respecto a dos personas". Esto la convierte no sólo en un bastón emocional para Jessica, sino una suerte de alivio frente a los pesares que la rodean.

Luke Cage



A éste sí que lo conocía. Luke Cage, es uno de los mejores personajes de Marvel y aunque al principio no me convenció del todo el actor, he de decir que Mike Colter, NACIÓ para hacer éste papel. Todo lo que es Luke Cage lo tiene, y no sólo en el aspecto estético, Mike verdaderamente impone con su personaje, y si Luke Cage se identifica por algo es que a la vez que intimida por su mera presencia no puedes evitar ver que es un buen tipo. Y eso lo han imprimido en la serie de manera magistral. 
En otro orden de cosas, Luke es el interés amoroso de Jessica, tal y como ocurre en los cómics según tengo entendido, pero en cualquier caso es una relación basada al principio en la lujuria y luego en el mutuo descubrimiento. Son dos seres que han pasado por mucho, que han perdido mucho, y eso es lo que hace a esta relación la de las mejores que he visto en el mundo superheroico hasta la fecha. Verdaderamente puedes sentir la química que hay entre ellos.

Malcolm



Malcolm es el vecino yonki drogadicto de Jessica. Nada más. Pero sin duda es el papel más tierno de toda la serie. Malcolm es probablemente la última conexión del heroísmo que Jessica conserva de su pasado. Es un hombre destrozado con el que Jessica nunca se rinde y siempre recoge de los apuros en los que se mete. La progresión de su persona hacia una vida mejor va aparejada a la paulatina pérdida de la fe en sus ideales por parte de Jessica. Mientras uno se recupera , otro se rinde a la oscuridad del mundo que lo rodea, es entonces cuando Malcolm juega su papel: Ser la voz de la conciencia de Jessica y una advertencia para que no deje de luchar por los demás. Porque Jessica no se siente una heroína, pero Malcolm la incita constantemente a hacer lo correcto, simplemente porque tiene el poder para ello.

Jeryn Hogarth



Jeryn es un personaje odioso. De entrada eso. Pero al fin y al cabo es un personaje necesario. Magistralmente interpretada por Carrie Anne Moss, ésta es una abogada amargada, soberbia, orgullosa y con un corazón de hielo. Su trama se centra principalmente en el divorcio con su esposa, y en el adulterio que motivó éste. No tiene más, en realidad no es lo mejor de la serie pero reconozco que el personaje pese a todo lo reprochable de sus acciones, acabó dándome lástima. Y en definitiva aunque es un personaje de apoyo, si de mí dependiera, no la eliminaría de la ecuación. Porque al final el mismo obedece a una finalidad algo escondida, pero patente: Todos hacemos cosas malas, independientemente de lo que tengamos entre las piernas.

Y los otros


Con todo tenemos a otros personajes menos relevantes, pero sí que debemos tener en cuenta. Por un lado el agente Simpsons que pasa por la serie sin pena ni gloria siendo más bien un añadido a la trama de Trish que a la de Jessica. Por otro lado tenemos a los hermanos Robyn y Ruben, vecinos de Jessica, de los cuales Ruben es un pedacito de cielo al que sólo quieres abrazar, mientras a Robyn sólo le deseas una "muerte entre terribles sufrimientos" como diría cierto mayorista. (Los que vean la serie comprenderán por qué la odio.)
Y luego tenemos en este grupo a Hope, la más importante de este grupo, y muy bien desarrollada pese a tener poco tiempo en pantalla. Viene a funcionar como el personaje reflejo de Jessica. Simplemente es la víctima con la que la investigadora puede identificarse, lo cual deriva en una relación de afecto, empatía y comprensión. De hecho es uno de los puntos más tristes de la serie. Con todo, no obstante, un buen personaje.  
Por razones de spoilers no puedo hablar (aunque me gustaría) del último secundario. Sólo decir que cumple con creces, como era de esperar, y por daros una pista, es un personaje que aparece en Daredevil, pero que no es (obviamente) Daredevil.


El Demonio Púrpura



El mal no es lo que entra en la boca del hombre, sino lo que sale de ella.
Jesucristo (4 AC-30) 


Podríamos describir al antagonista de esta serie de muchas formas, pero no tienes más que hacerte a ti mismo una simple pregunta para adelantarte a lo que estoy a punto de explicar:
¿Qué crees que habría sido de tu persona si desde pequeño hubieras tenido todo cuanto deseabas simplemente pidiéndolo? 

Ésta es la cuestión que de manera inconsciente responde la persona de Kilgrave, más conocido por los lectores del cómic como el Hombre Púrpura. No tengo palabras para describir lo sumamente bien desarrollado que está este personaje, que junto con Kingpin, se ha convertido en el villano mejor personificado de todo el universo cinematográfico de Marvel. 

Ahora bien, ¿cuáles son las motivaciones de Kilgrave? ¿Qué le hace avanzar? ¿Qué lo motiva a continuar? Pues la respuesta es sencilla: sus simples y mundanos deseos.
Kilgrave no se nos presenta como un personaje atormentado, en principio, sino como un ser que es "malo" en el sentido ético de la palabra. Obviamente ese mal tiene su causa, pero esa causa no siempre tiene que ser la, ya más que trillada, visión del héroe trágico del que nos compadecemos como ocurre con Loki, Anakin Skywalker, o el siempre bien recibido y ambivalente Magneto. Para nada. Kilgrave fue una persona que siempre tuvo lo que deseó desde que lo deseó, desde niño, lo cual degenera en una personalidad altamente caprichosa y peligrosamente volátil. Una combinación letal que se da la mano con la cualidad principal del personaje que lo convierte en el personaje más peligroso de todo lo que hemos visto de Marvel tanto en la pequeña como en la gran pantalla.  

El hombre púrpura posee la capacidad para obligar a todo el que lo oiga, a hacer lo que él quiera.








¿Él quiere que te tires de una ventana? Simple. Te lo pide. Y te tiras.

¿Él quiere tu dinero? Simple. Te pide que se lo des. Y se lo das.

¿Él quiere violarte? Simple. Te pide que te desnudes. Y lo haces.

El Hombre Púrpura hace de su voluntad la tuya. Harás las cosas que él desee con el arrojo con el que él mismo las desea. Es simplemente una bomba andante. 
Imaginaos a éste entrando en la sede de los Vengadores a la vez que grita: "¡Ahora todos vosotros me servís!" Sólo con esta acción, ya ha sometido a los Más Poderosos de la Tierra.

Es sencillamente exquisito.

¿Y qué decir de David Tennant? Tras verlo en Doctor Who, que de hecho es el papel que me lo descubrió, me dije que era incapaz de verlo en el papel de una mala persona. Me equivoqué. El señor Tennant lleva la complejidad de este villano hasta sus últimos recursos interpretativos. Prácticamente su papel, su interpretación, eclipsa a todos los demás que coincidan con él en la escena. Directamente es lo mejor de la serie. Y de hecho cualquier fan del actor, ya venga de Doctor Who, ya venga de Broadchurch, debería darle una oportunidad a la serie simplemente porque está él.
Cada vez que entra en escena estás deseando que haga de las suyas. Quieres que se luzca.

Pero pese a todo ello, por mucho que me guste este villano, no debéis malinterpretarme. Kilgrave es la maldad hecha carne. Y lo es simplemente porque puede. Aunque desde su punto de vista, él no es malo, "él es egoísta". 

Pero yo os pregunto: ¿Qué es la maldad sino el máximo exponente del egoísmo?



Los (pequeños) defectos

Esta entrada será más bien reducida, pues la serie no cuenta con grandes fallos tras ella. Pero una cosa no quita la otra y el "aire crítico" que vive en mí me obliga a dedicar un breve comentario a algunas cosillas que no me terminan de encajar en la serie.

Por un lado las escenas de pelea. Tampoco es que sean malas, pero a veces se sienten lentas y poco espectaculares. Por otro, los protagonistas tienen superpoderes y a la vez parece que no los tengan, pues los lucen muy poco, o casi nada. Por ejemplo, nunca te dejan claro hasta dónde llegan los límites de Jessica, qué es lo que puede o no hacer. Y luego tenemos a Luke Cage, un tío capaz de resistir una explosión en un bar, pero que se queda inconsciente por un disparo de escopeta en la cara(y hasta el punto de casi costarle la vida). Y la verdad, la entidad de ambos daños son bastante dispares. 

Y para acabar este apartado, no me gustó el personaje de Robyn. Es completamente inútil. Un lastre para la trama que no responde más que a "tocarle los ovarios" a Jessica, y ser un constante referente de odio para el espectador. ¡Joder si desde que salió yo quería que se la cargaran de la forma más horrible posible!


Conclusiones

Jessica Jones es una serie imperdible, tanto si eres fan de los cómics como sino. Su reparto es muy bueno, su guión es una delicia, sus personajes son memorables, y el sentimiento que transmite en defensa de todas las mujeres maltratadas de este mundo es patente. Y se presenta sin artificios ni pretensiones estúpidas construidas sobre una "falsa moral". La serie simplemente te agarra y te dice:  "Chica si un capullo te trata mal o te tiene a su merced, no seas tonta. No caigas en sus redes ¡Agárralo por el cuello, métele una paliza, y vete del sitio con la cabeza alta!"

Ahora mismo puedes optar por verla por Netflix de manera legal, o recurrir a otros medios menos legales... Pero ¿qué tienes que perder? Prueba de paso Netflix ya que estás, y que de hecho es la cadena que ha producido la serie. El primer mes es gratis. O no lo hagas, eso ya es cosa tuya.

Lo dicho, una de las pocas seriacas que merecen la pena. Sólo lamento que las mediocres películas de la gran pantalla no tomen nota de lo que en Netflix están logrando con series como la de Jessica o Daredevil. Pero claro, hay que contentar a los niños ratas y poner a Robert Downney Jr. a hacer chistes malos...porque en fin... Disney quiere dinero...


NOTA FINAL: 7,6 







sábado, 5 de diciembre de 2015

Padres, estudios y ganas de tirarte por la ventana.

De entrada os digo esto: Si quieres leer algo agradable, o pasar un buen rato te recomiendo que te vayas. Esto soy sólo yo echando pestes. No hay nada divertido aquí. Sólo vas a escuchar a un gilipollas de cientos de miles que hay en internet lamentándose de lo asquerosa que es su vida. Así que de entrada te advierto que sino buscar escuchar, sino entretenerte, vete. No quisiera que pasaras un mal rato por culpa de mis cosas. Avisado estás.

¿Sabes de esa opresión en el pecho cuando estás estudiando y sólo quieres empezar a reventar todo y a todos los que tienes alrededor? Multiplica eso por tres, añade un sentimiento de ansiedad y vacío, un toque de desesperanza, y apenas estarás acercándote a cómo estoy ahora mismo.
Muchos padres son pedantes, los míos me anulan como persona. ¿Hacen algo malo? Pues sí y no. En realidad son como cualesquiera otros, Con sus pros y sus contras, pero es que estoy cansados de verlos. Estoy harto de contemplar esa inquebrantable rutina diaria en la que se sumergen, que no pueda ni decirles cómo me siento porque la experiencia me ha demostrado que me despachan con un "¡Anda ya!", o dándole la vuelta a la tortilla y haciéndome quedar como un imbécil cuando sólo se requeriría de un poco de comprensión por su parte.
Muchas veces me veo obligado a poner una sonrisa cuando estoy gritando por dentro, o a cambiar mi forma de ser simplemente porque no puedo ser yo mismo con ellos. Estoy forzado a interpretar un papel porque de lo contrario y a la más mínima se dirigirán a mí haciendo preguntas incómodas y recetándome prescripciones del tipo "¿Por qué estás así? Tendrías que estar contento." Y si no lo estás ellos se pondrán cada vez más nerviosos hasta que estallen y te digan que eres un triste y que ya estás otra vez con tus tonterías. ¡¡¡JODER, QUÉ PASADA MIRADME YA ESTOY CONTENTO PORQUE ME HABÉIS DICHO QUE LO ESTÉ!!! NOTA EN PATERNIDAD: 11/10. MATRÍCULA.

Y si no hablo con ellos sobre lo que me pasa, o no soy lo suficientemente convincente para fingir, me fuerzan a hablar con ellos, con el resultado de la consecuencia antedicha. Mire como se mire, es un callejón sin salida.

Todo ello unido al hecho de que sino me ven estudiando justo cuando ellos están en casa en días laborales, que suele ser únicamente por la noche cuando ya he acabado, se dirigen a mi y me dicen "¿Qué haces que no estás estudiando"? Y me la pela. Pero un día, y otro y otro, ya cansa. Es más, cada vez que ellos están en casa me encuentro en tensión constante a que entren en mi cuarto en mis horas libres y me digan algo porque estoy con un libro, jugando, o viendo una peli. Y eso me está matando.
Cada día que pasa hago las cosas con menos ganas. Nada sale bien. Nada me sabe bien. Estoy perdiendo el gusto por muchas cosas que antes me gustaban. Y lo único que crece en mí ahora es un lacerante sentimiento de odio a todo lo que me rodea. No me siento siquiera libre para decidir qué hacer, porque ¿qué libertad hay cuando las opciones que te dan están perladas de un componente coactivo, o en la que una opción te llevará a la mierda aunque sea la que te guste, y la otra aunque sea la conveniente la odias a muerte? ¿Qué libertad es esa que sólo lo es formalmente?
Y eso sin contar los innumerables casos de mala suerte que se han ido repitiendo tantas semanas.

Normalmente no soy un quejica, ni escribiría estas líneas, pero estoy cansado, y llevo 5 años lidiando con esta mierda. Solo quiero quemarlo todo. Sentirme libre. Levantarme una mañana sin decirme a mí mismo "hoy tengo que hacer esto". Es como si nunca descansara. Como si esto no tuviera fin, y ni siquiera se me diera un respiro.

 Sólo quiero descansar un poco, sentir que lo que hago llega a algo, que tiene su recompensa. Pero allá donde miro sólo veo injusticia. No la abstracta y general, sino ese egoísta sentimiento del que me avergüenzo de tener de "mira la de cosas que tiene ese, con lo que yo me esfuerzo y sólo tengo una mierda pinchada en palo de los helados de petit suise".

Todo lo que digo os sonara a infantil, e inmaduro, pero he tratado de aguantar durante 5 años. He sido maduro, pero las personas tienen un límite. Y este es el mío.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Cómo el Calvo de Brazzers salvó el anime.

En un mundo gobernado por animes ecchi y series clónicas de temática escolar, surgirá un hombre para rescatar la poca dignidad que le quedaba al anime.

Querido lector, voy a pedirte un pequeño favor. Un pequeño ejercicio mental. Recuerda. Viaja conmigo a través de los años a una época más sencilla, como suele decirse. Un tiempo en el que aún no existían twitter, facebook, smartphones, o pornhub. Cuando tenías que llamar al telefonillo de una casa para que un colega tuyo se bajara a la calle. Cuando Letizia Savater aún conservaba su cordura.
Viaja conmigo a los 90.

Más allá de las series "de dibujitos" que se convirtieron en los grandes iconos de nuestra infancia (si eres de mi generación), para muchos esa década fue la era dorada del anime. Y no es para menos: Desert Punk, Cowboy Bebop, Evangelion, Basilisk, Dragon Ball Z, Sailor Moon, La Visión de Escaflowne, Rantaro, Pokemon, Digimon, Gasaraki, Excel Saga, Oliver y Benji, Chicho Terremoto, Ranma, Caballeros del Zodiaco, Slayers (Rena y Gaudi, para los nostálgicos), Kenshin el guerrero samurái, Lupin III...En fin, era la puta navidad.


El anime acabaría por darnos en los años venideros muchas más series, cada una de ellas mejor que la anterior. Unas partían de un concepto ex novo, como Tengen Toppa Gurren Lagann, mientras que otras serían adaptaciones de sus respectivos mangas, como Death Note, o Monster entre muchos otros.

Pero entonces ocurrió algo. Las escenas de desnudos, las niñitas de falda corta tipo "kawaii-desune", lo picantorro, y en resumen, el SEXO, comenzaron a volverse tendencia en la mayoría de animes, lo cual acabó por cansarme a sobremanera. Sentía que estaban intentando ganar audiencia atrayendo a un público más morboso, y... ¡Joder para ver anime en porno ya está el hentai! ¿no?
No me malinterpretéis, me encanta el humor picante, Golden Boy perfectamente pudo haber sido una de las series con las que más me he reído en mi vida, hasta el punto de que amigos míos a los que el anime ni les iba, ni les venía, les encantó. 
No, no es esto de lo que me estoy quejando. De lo que me quejo es del abuso indiscriminado de un recurso tan insulso como es sexualizar hasta lo ridículo a un personaje.

Me explico. Los que ya seáis como yo, que lleváis un tiempo viendo anime, os sonará de mucho esta escena: Comienza la serie, y tenemos al típico chico de instituto corriendo por las calles de Tokyo con una tostada en la boca (lo de la tostada es importante para dar a entender lo que está ocurriendo. Como si gritar por todo el barrio "¡Que llego tarde el primer día de preparatoria!" no dejase ya suficientemente claro que llega tarde, pero bueno... el caso es que a ti te quede claro que no le ha dado tiempo de desayunar), entonces de sopetón, y al doblar una esquina, el chico acaba chocándose con, a la que llamaremos a partir de ahora, "Chica Random nº1" (o la del pelo azul). Obviamente ambos caen al suelo después del impacto. Pues bien, antes de que siquiera la chavala pueda articular palabra, la cámara ya ha tomado un primer plano de sus bragas...ofreciéndonos un primer matiz de la "profundidad sicológica" de la que hará gala "Chica Random nº1".



Ah, por cierto pretendía ser sarcástico.

En fin, a todo esto que el protagonista se encontrará a lo largo de sus aventuras con la "Chica Random nº2", la "Chica Random nº3 que a nadie le importa porque es la que no tiene nada de tetas", la "Chica Random nº4", y la "Chica Random nº5", ésta última caracterizada como una chica rubia, con coletas, rica, soberbia, repelente, que se tira el día diciéndole al protagonista "baka" (que algo significará), que tiene un padre empresario/corporativo de una gran compañía, y que viene al instituto en limusina. (¡Ole tu coño!)
Sobra decir que esta será la premisa de una historia sumamente compleja...


 ...llena de momentos memorables...


...y plagada de situaciones que nos harán reflexionar sobre el sentido de la vida.


No, en serio, ahora fuera coñas. ESTO HA SIDO LA MAYORÍA DEL ANIME DESDE 2008. (Y no, no he cogido estos gifs de series hentais.)

¿Qué provocó esto? Pues muy simple chaval, el sexo vende. Los grandes estudios de animación se dieron cuenta de que era mucho más rentable mostrar contenido sugerente a producir pornografía animada, pues el anime en sí llegaba a todos, mientras que el porno sólo puede alcanzar a un público clasificado. Las mismas jugadas realizan muchas discográficas haciendo que sus artistas salgan en sus videoclips semidesnudos. Y es por lo mismo de siempre querido lector: EL SEXO VENDE.

Y es que es agotador ponerme a buscar una serie de anime que me atraiga como lo hizo en su día Tengen Toppa o Death Note cuando la gran mayoría son series idénditas cuyas historias son sólo una excusa para ponerte tetas en la cara. De hecho recuerdo cuando One Piece era la inocente historia de un niño que quería ser el rey de los piratas y no las tetas de Nami cubriendo las 32 pulgadas de mi pantalla.

Hace un tiempo me recomendaron Kill La Kill, Cuando la terminé sólo pude pensar esto: "¿En serio esto es lo que consideran hoy un buen anime?" A ver sí, la animación es sublime, pero tanto la historia como su desarrollo es sumamente ridículo. Aunque lo que más me molestó fue la sexualización de sus protagonistas . Me explico. El fanservice es bueno, no tengo nada en contra de él, pero como ocurre con todo condimento, si te pasas con la especia, la comida te sabrá mal. Y es que no puedo tomarme en serio a un personaje que me pone el chocho en la cara cada segundo que pasa.




Y en realidad Ryuko (la protagonista de Kill La Kill) es un buen personaje, pero los planos, las situaciones, las peleas... todo obedecía a lo mismo: Mostrar carne.
Reconozco que la serie es buena, pero a mí en lo personal, no me gustó.

Así que con este panorama decidí abandonar un poco el anime, y limitarme a Gintama y poco más.

Y entonces llegó este tío:


Con "One Punch Man" recuperé un poco el interés en el anime. La serie actualmente sólo cuenta con 5 capítulos. Entonces, ¿por qué es tan buena? Simple: Por su sencillez y porque no es pretenciosa.


One Punch Man es una serie de acción cómica (acción antes que comedia), que cuenta con una calidad de animación muy por encima de la media, con una premisa sencilla pero efectiva, y un protagonista tan inexpresivo como alucinante.

El personaje principal es Saitama, un hombre que ejerce como superhéroe por afición, y que estuvo entrenando cada (puto) año, para alcanzar una condición física a la altura de las amenazas a las que se enfrentaría. La principal tesitura a la que se enfrenta el bueno de Saitama es que entrenó tanto, alcanzó tales cotas de poder, que sus enemigos sólo le duran un puñetazo. Ello deriva en una vida aburrida, carente de emoción para el pobre del calvorotas, que busca desesperadamente un rival más fuerte que él, pero no para mejorar como suele ser tradición en este tipo de series, sino para poder experimentar la euforia y el éxtasis de sentirse un héroe, de defender a los demás y que estos le agradezcan sus esfuerzos. En resumen, Saitama busca tanto la gloria como el reconocimiento personal de su condición de héroe. De hecho él no lucha por la justicia o defender a los inocentes, sino por renombre. 


Con esta premisa me pregunté qué podía ofrecer una serie en la que los malos le duraban al protagonista un puñetazo. Estaba escéptico sobre su porvenir, y ahora os puedo asegurar que le veo un futuro brillante a esta serie si el autor del manga (del que deriva el anime) juega bien sus cartas.
Resulta además curioso las semejanzas que presenta Saitama con los jóvenes  post-universitarios. Él al igual que los anteriores busca ver reconocido sus esfuerzos, ambos buscan que se les permita avanzar, que se les permita destacar profesionalmente por el potencial del que disponen y para desempeñar el papel para el que se han estado preparando tantos años. Aunque esto más bien es un apunte personal de mi cosecha.

En cualquier caso, One Punch Man, está siendo (de momento) una de las grandes series de esta temporada, y como su protagonista, es desenfadada, agradable, impresionante y oportuna. Sobretodo oportuna porque no pudo llegar en mejor momento (Bueno vale, junto con Prison School y Gansta).


Así que si buscáis algo distinto. Algo nuevo y sublime. Que os haga sentir lo mismo que os hizo sentir series como Death Note o Cowboy Bebop cuando visteis su primer episodio, One Punch Man es vuestra serie. Una pasada estruendosa que no os dejará indiferentes y que sólo os hará querer más. La recomiendo al cien por cien.

Así que, ¿deberías ver One Punch Man? Pues...






...ssseeeehhh.




Y os dejo la intro para meteros ganas:





   




domingo, 27 de septiembre de 2015

¿Qué es verdaderamente Metal Gear?

Estuve pensando desde que se me ocurrió abrir este blog qué entrada podría ser la adecuada para comenzar a la vez que mostrar la dinámica del mismo. En principio pensé hablar de Zelda(sin duda el juego de mi infancia), el género superheroico, o directamente sobre alguna película o libro reciente que me hubiese gustado. Sin embargo, hace ya cerca de un mes que se estrenó Metal Gear Solid 5, y desde que lo jugué se ha vuelto a reactivar en mí la necesidad de hablar de esta gran saga de juegos.

Así que sin más preámbulo, allá va.

Véis que en el título de esta entrada pone "¿Qué es verdaderamente Metal Gear?", y lo cierto es que  (más allá de la simpleza de decir que es un videojuego), no existe una respuesta única a ello. Pues Metal Gear Solid  es un conjunto de variopintos elementos que pueden apreciarse tanto por separado como de manera unitaria. ¿Cómo introducir entonces al lector sobre el contenido de unos juegos tan aparentemente complejos? Pues comenzad por esto:


Lo que tenéis frente a vosotros es una canción perteneciente a Metal Gear Solid de la Playstation o PSX. (Vamos la primera Playstation que salió.) Bastará con que escuchéis de 20 a 30 segundos para daros cuenta de la belleza sonora de esta pieza.

¿Ya? Bien.

El juego, y la canción que pertenece a este juego, es de 1998. Estamos hablando de un año, sin duda alguna, revolucionario los videojuegos: Half Life, Banjo-Kazooie, Resident Evil 2, Grim Fandango, Medievil, (el magistral) Zelda: Ocarina of Time,  Xenogears... En fin, la lista es inacabable.
La pregunta que te estarás haciendo, si eres de los que saben poco de esta saga es: ¿Con todos estos juegazos, qué tenía Metal Gear de especial?

Metal Gear introdujo un concepto que hoy día es emulado por la gran mayoría de juegos en el mercado: El lenguaje cinematográfico.
A partir de Metal Gear Solid, el jugador no sólo se pone en la piel del personaje que controla, sino que se le hace partícipe como nunca de una historia, un entramado argumental complejo y (todo se diga) muy bien desarrollado. Y sí, muchos juegos como Final Fantasy VII ya habían conseguido narrar una sublime historia, pero no al nivel de inmersión que lo hizo Metal Gear. Incluso existen ocasiones en los juegos en los que se rompe la cuarta pared y los personajes le hablan directamente al jugador.

La saga comienza con un soldado novato llamado (nombre en clave) Solid Snake. Éste tiene la misión de desbaratar los planes de un grupo paramilitar o de mercenarios según se prefiera, localizado en una base llamada Outer Heaven, descubriéndose posteriormente la existencia de un arma (un tanque bipedal con capacidad para lanzar cabezas nucleares) de nombre "Metal Gear". En resumen, esto es a lo que responden los dos primeros juegos de la saga que salieron para la MSX, siendo el Metal Gear de la Play en realidad el tercero.



Solid Snake en Metal Gear Solid (PSX)

Pues bajo ésta sencilla premisa se nos introduce al mundo de Metal Gear. Parece una película de estas malas de Chuck Norris ¿verdad? "El héroe americano y espía que desbarata los planes de los terroristas." Si piensas eso, es lo normal, yo pensé lo mismo.
Sin embargo, la historia de Metal Gear desmonta todos los mitos vistos y por haber en el cine de acción americano. En otras palabras, Metal Gear y el patriotismo son tan opuestos como José Ignacio Wert y cualquier otro ser humano decente y honrado.
La razón por la que os lo explico así es porque fue así como me convencieron para jugarlo, y además no quisiera dar muchos detalles de la trama para spoilearos lo menos posible.

Metal Gear nos habla sobre las crisis económicas, la guerra y sus múltiples horrores, la amenaza nuclear, el control de la humanidad mediante la información mediática, los hábitos sociales, la educación y el lenguaje, la economía de guerra, y por supuesto, la incansable búsqueda de la paz y la libertad de sus protagonistas. Hablando de ello, aparte de Solid Snake existen dos protagonistas más a tener en cuenta, si bien Solid es el principal:



Big Boss en Metal Gear Solid: Peace Walker (PSP)





Raiden en Metal Gear Solid 2 (PS2)


De los tres ya mencionados, sin duda mi favorito es Big Boss.

Volviendo a lo anterior, cada videojuego salvo el cuarto, puede jugarse de manera independiente (o cuasi-independiente) del resto, de hecho algunos de ellos se concibieron como "el último Metal Gear", lo cual permite que cada uno de ellos aborde una temática distinta así como la variedad de protagonistas permite observar diferentes puntos de vista.

La primera entrega de la "saga solid" como me gusta llamarla, nos plantea la cuestión: ¿Qué es un soldado? ¿Un instrumento de los poderosos en el campo de batalla? ¿Un héroe? ¿O puede aspirar a escoger por qué luchar?
Básicamente ésto se plantea Solid Snake, en el primer juego. Hasta qué punto somos instrumentos de destrucción y hasta dónde estamos dispuestos a llegar. No porque nos los ordenen, no porque seamos malos, no porque encontremos placer en matar. Sino porque sencillamente es lo que somos, y no conocemos otra cosa. Y ESO, es sólo la punta del iceberg de lo que estos juegos tratan de transmitir.

Te dejo querido lector un video que, OJO, contiene SPOILERS del primer juego. Si lo ves es bajo tu propia ventura, pero si eres de los míos a los que no les importa comerse un único spoiler y le interesa más el viaje que el destino, éste vídeo te motivará a jugar a esta gran saga. Sino salta al siguiente párrafo.




Siguiendo con Metal Gear Solid 2, he de advertirte de antemano que el protagonista no es Snake, sino Raiden. Te digo que vayas con esta predisposición porque a mí este hecho no me permitió disfrutar del juego a todos los niveles posibles. Precisamente por no asumir que en esta entrega no manejabas a Snake más que en el prólogo. Con todo Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty, nos dió a conocer una entrega que iba a ser completamente distinta de las demás. Caracterizado por la premisa "nada es lo que parece", nos introduce a un protagonista con problemas de identidad, con dificultad para distinguir qué es real de lo que no lo es, y una historia digna de una superproducción de Christopher Nolan.
De hecho ya quisieran las películas de Hollywood parecerse a Metal Gear.

Echa un ojo a este trailer:



Ahora llegamos al que es tanto para mí como para muchos considerado, el mejor juego de la saga: Metal Gear Solid 3: Snake Eater. Este juego sin duda es lo que en Sevilla conocemos como "un pepino de juego" o directamente "la polla".
Metal Gear 3 te pone en la piel de Big Boss, el segundo de los protagonistas de los que he nombrado, y la gracia está en jugar a todos los juegos previos y después darte cuenta de quién es verdaderamente este personaje y lo que implica en el contexto de la saga. Situado en el período de la Guerra Fría(1953-1962), con un novedoso sistema de camuflaje y habiéndose implementado un gameplay basado en técnicas de supervivencia (que ríete tú de Bear Grylls) hicieron de éste el juego favorito de muchos en una consola como era Playstation 2, donde el catálogo era tremendamente amplio. Pero sin duda lo que me enamoró de estejuego, fue la historia. Siendo desde mi punto de vista la más sincera, emocional y bella de todas las de Metal Gear. Éste precisamente sí trataba temas como el patriotismo o el sueño americano, pero de una manera agridulce, incluso crítica. Además de que no podía faltar a la cita aquel titán de desolación tan importante para esta saga, el "destructor de mundos" de aquel famoso poema Hinduista que recitó Oppenheimer: La inminente Guerra Nuclear. 
Todo ello sazonado con el mejor personaje femenino creado para el mundo de los videjuegos. Ni Lara Croft, ni Bayonetta, ni Samus Aran, ni Elizabeth, sino The Boss. Sin duda el personaje que mejor representa cómo debe tratarse a la mujer en el videojuego más allá de ser el cliché de fantasía erótica para los frikis de turno.


The Boss en Metal Gear Solid 3


Además de que la intro de este juego es sin más, la que se grabó a fuego en la mente de todos los que lo jugamos.




Ahora toca Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots. Éste en realidad no nos habla de nada en concreto. Viene a suponer la conclusión de la saga, o por lo menos de la trama principal. Tras éste Metal Gear se reveló todo acerca de los restantes juegos. Los hilos habían sido cortados, los titiriteros habían sido expuestos y los protagonistas afrontan su destino final para conseguir dos cosas con las que sólo podían soñar: La paz y la libertad.
Es imposible hablar mucho más de este juego en cuanto a su historia sin destriparte nada querido lector, por lo que lo dejaré aquí.
Eso sí puedo decirte que es el juego que más cinemáticas tiene, y eso en cierta medida puede ser molesto. Constantes interrupciones en el gameplay y tal. Pero si te has pasado el resto de juegos, te has convertido en fan acérrimo de la saga (como yo hice), y has empatizado con los personajes, este videojuego sólo puede ser descrito con dos palabras: ABSOLUTA EPICIDAD.

Échale un ojo a esto y entenderás de lo que te hablo:



En fin, no voy a hablar de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, porque considero que se merece una entrada separada, donde lo analice como se debe. Éste ha sido un repaso de esta gigantesca saga que espero tras leer esta líneas te animes a jugar si verdaderamente te consideras un "gamer". Te lo aseguro, no te dejará indiferente, y lo disfrutarás como no habrás hecho con ningún juego.

¿Son juegos imprescindibles para todo gamer? Por supuesto.

¿Merece la pena pagar por estos juegos? Hasta el último céntimo.


Dicho todo esto, te agradezco que hayas llegado hasta aquí y que te hayas tragado toda esta parrafada para escuchar lo que tenía que decir. Espero sinceramente que estas líneas te hayan aportado algo y te animes (si no lo has hecho ya) a jugar a Metal Gear. 

Así que a la pregunta: ¿Qué es verdaderamente Metal Gear? No puede describirse. Hay que jugarlo. Porque más que un juego es una experiencia.

Te dejo con el tema principal de Metal Gear 5 que condensa como ninguno el sentimiento que transmite esta saga. Hasta otra, querido lector.